miércoles, 31 de octubre de 2012

MINISTRO DE Hacienda.


La economía colombiana está llegando a su punto de globalización por las estadísticas y el camino neoliberal que se viene enrutando desde hace años atrás, aunque nuestro país será siempre al paso que va, del tercer mundo porque a los poderosos y los que manejan la economía colombiana no les interesa el paz por ningún lado, un pueblo en guerra es un pueblo sin educación por lo tanto, no habrá nunca nadie que saque la cara o que se ponga en frente y diga: “ queremos hacer las cosas propias, queremos recibir las ganancias de las exportaciones y el valor que es de los aranceles que Colombia merece como país rico en posición y tierra.”

El nuevo ministro lo dijo en su entrevista: si el dinero que invierten en armas, en defensa se utilizara en aportarle a la paz hace rato la economía estuviera con un giro de más de 90 grados a favor de nosotros los colombianos pero, pero y pero… los pasos de mejoramientos son siempre lentos porque o conviene mejo9rar y prosperar.

Un vivo ejemplo de cambio positivo, un cambio benemérito y eficaz es el país del sur de América: Argentina, donde la educación es gratis (empezando por el punto principal), cuando cayeron en bancarrota le apostaron a lo mayor que tenían, su población y ahora tiene una posición super envidiable en la zona americana.

martes, 15 de noviembre de 2011

Lula Da Silva... Brasil


Leia la entrevista al ex presidente de Brasil y debo decir que es de esas cosa que terminan por hacernos pensar en porque el gobierno Colombiano no hace algo así en este país. Es sumamente complicado analizar todo lo que el hizo, lo que lo motivo y lo que logro. Pero decir que ahora Brasil pasó de ser un país en proceso de desarrollo a ser una verdadera potencia es mucho. Un trecho inmenso a decir verdad… Inmenso pero no imposible de atravesar. El ex presidente lo hizo, saco adelante a Brasil y eso… Es mucho decir y comparar con lo que han hecho aquí.

Conferencia


Si hay  algo para lo que Jaime Garzón servía… Era sin duda para hacer que la gente pensar,  hacerlo reflexionar y criticar fieramente al gobierno colombiano.
Medio Ambiente.
Según se, las oportunidades que nuestro territorio brindan son enormes y eso es algo que las compañías extranjeras, que están aprovechando el que nuestro gobierno prácticamente nos regale para poder venir y llevarse los tesoros ocultos en nuestra tierra. Los grupos armados vuelven la tierra infértil con sus cultivos ilícitos y nosotros mostramos clara indiferencia ante ello. No hacemos caso de las dichosas campañas de protección a la naturaleza. Nos da igual. Un verdadero problema.
Constitución.
Debo decir que en esta parte es en la que mas se contradice Colombia. Nuestra historia esta plagada de muerte, de secuestros, de violaciones a los derechos que tenemos como seres humanos y colombianos. Nuestro estado actual no hace nada y un proceso de restitución tarda meses, años, en ponerse en vigencia y hacer cumplir al victimario lo que le hizo a la victima. Nuestros derechos no son velados completamente y nuestra constitución no parece tener una importancia relevante en este país.
Participación Ciudadana.
Si no nos enteramos de nada, no hacemos nada. A la mayoría el que pasa con los demás es como si le contaran algo que no es ni chistoso ni interesante. Somos personas egoístas que solo se preocupan por si mismos y no mueven un dedo por ayudar. Es algo que debemos cambiar, algo que debemos mejorar del sentido de patriotismo de los colombianos. Interesarnos por las decisiones, evaluar las opciones y preocuparnos por los demás.
Educación.
Colombia en educación va muy mal, llave. Siendo completamente honestos, la escolaridad colombiana es pésima en todo sentido. Los jóvenes nos sentimos orgullosos de perder materias, de no estudiar y son muy pocos los que verdaderamente son responsables de si mismos y su trabajo. Falta un poco de conciencia de parte de todos y que los adultos sean capaces de motivarnos a dejar de lado las actividades innecesarias para poder tomar un libro, leer y formarnos como seres humanos reales y conscientes.
14 Años después.
Luego de que Jaime Garzón diera esta conferencia, nos dimos cuenta de cuanto debíamos apremiar al tiempo  y a la toma de buenas decisiones, pero no lo hicimos. Aun no lo hemos hecho y ni lo haremos por el momento. Como digo, nos falta un verdadero sentido de pertenencia hacia nuestro país y los nuestros. Debemos comenzar a formar nuestro pensamiento y ver si algo cambia con ello.

martes, 12 de julio de 2011

T.L.C

varias empresas colombianas estan aprovechando el tiempo  y preparandose para el cambio economico que va a estar en nuestro pais que traaeran caidas de las barreras comerciales que protegen al mercado colombiano El tratado de libre comercio con estados unidos aparece hoy como la opcion mas importante y viable que tiene colombia en el contexto dela integracion internacional, el tratado por si solo no es suficiente para asegurar que colombia obtenga los beneficios potenciales en terminos de una reactiva significativa de la inversion y empleo
Deben o debemos prepararnos para aprovechar y enfrentar los peligros que puedan desatarse.
Colombia ha avanzado notablemente en aspectos muy importantes para un entorno adecuado como son:fortalecimiento intitucional,la flexibilidad en el marco regulatorio, la infraestructura, las comunicaciones y la competitividad empesarial

DESAPROVECHOS:
La estabilidad economica,comprometida por una creciente deudaexterna y un deficd fiscal hasta el momento irreversible; y la seguridad,amenazada por los grupos al margen de la ley y delincuencia comun.Sin avances en estos aspectos se perderán muchas oportunidades de ingreso extranjero

FORMAS DE NEGOCIACION:
Colombia ha logrado importantes avances formando un grupo negociador interdisciplinario, con amplia experianciay dominio del tema pero quedan pendientes unos puntos claves.establecimiento de una posicion unica de equipo negociador sobre lo que se quiere; y el diseño de mcanismos de comunicacion y partipacion para la sociedad civil

El tratado debe realizarse rapido,por razones de estrategia y coyuntura.Respecto a la estrategia, es importante reconoces que el mundo a entrado en un atendencia de largo plazo hacia los menores aranceles y la mayor integracion

GESTION ACTIVA DE LOS EFECTOS DEL T.L.C

Un estudio elaborado arrojo resultados que,en sectores como las FLORES,TEXTILES Y CONFECCIONES,DERIVADOS DEL AZUCAR,HIERRO Y ACERO,CAUCHO,JABONES,PLASTICO,EDITORIAL,PRODUCTOS CERAMICOS,CUERO Y METALES PRECIOSOS ENTRE OTROS...

Por terminos generales, se destacan unas tendencias;para los ectores que ya gozan de las preferencias,como cuero,calzado,textilesy confeciones cuentan con la ATPDEA..

Si de sectores poderosos se refiere el primer mandatario, a los productosres de trigo, cebada, o avena que son las primeras victimas del TLC donde promedio de unidad productiva o parcela po agricultor no pasa de cuatro hectareas, esta faltando la verdad
los sectores del agro colombiano afectados por el TLC, no lo son propiamente por falta de competitividad, sino por la practica anteriormente mencionada, que conlleva subsidios del 50% al 100% para los productores extranjeros...

martes, 10 de mayo de 2011

Colombia incrementa 2,6% precio de gasolina
El reajuste se hizo teniendo en cuenta que no hubo incremento en el precio durante los meses de enero y febrero, como paliativo a los efectos de la temporada de lluvias que causó cuantiosas pérdidas materiales y de infraestructura en el país. La gasolina se ofrecerá a 8.299,52 pesos (unos 4,36 dólares) por galón 
Bogotá.- El precio de la gasolina en Colombia subirá 2,6% a partir de la medía noche del lunes como resultado de los precios internacionales del combustible, informó el ministerio de Minas y Energía. 

El reajuste se hizo teniendo en cuenta que no hubo incremento en el precio durante los meses de enero y febrero, como paliativo a los efectos de la temporada de lluvias que causó cuantiosas pérdidas materiales y de infraestructura en el país, explicó el organismo en su sitio de internet, destacó la agencia AP. 

Uno de los argumentos del gobierno para al ajuste en el precio de los combustibles, es la "crisis política y económica en diversos países del Medio Oriente. Los precios internacionales se han ubicado alrededor de los 98 dólares por barril, en comparación con el precio de 90 dólares por barril que se registraba a finales de enero''. 

La gasolina se ofrecerá a 8.299,52 pesos (unos 4,36 dólares) por galón (de tres litros), mientras que el carburante diesel quedó en 7.138,03 (3,75 dólares) por galón. La gasolina costaba 8.089,52 pesos colombianos. 

El precio de referencia varia de acuerdo con la ciudad. 

Alvaro Yunes, presidente de Fendispetrol, gremio que agrupa a los distribuidores de combustibles, aseguró al canal City TV que ``cuando bajo el petróleo a nivel mundial, en Colombia no bajaron los precios. Nos inventamos un fondo de estabilización que hoy en día el gobierno lo viene manejando''. 

Precisó que las alzas en los mercados internacionales son especulativas porque, a pesar de las protestas en el Medio Oriente, hasta ahora no se había afectado el suministro de ninguna industria petrolera y que el transporte continuaba normal. 

Cerca de la mitad del precio de la gasolina en Colombia corresponde a diversos impuestos. cristian morales 10-6carlos-tiahuanaco.blogspot.com

la tenencia de la tierra

La tenencia de la tierra: un problema en Colombia
carlos-tiahuanaco.blogspot.com

En Colombia, el acceso a la tierra ha sido históricamente una gran fuente de poder político y de conflicto social, además un determinante clave en la productividad de la economía rural.
En nuestro país, la estructura agraria se caracteriza por la falta del aprovechamiento de tierras productivas, la tendencia a la reconcentración de las tierras y el riesgo ambiental a consecuencia del uso excesivo de la tierra para pastoreo de ganado. Esto produce la expansión de la frontera agrícola hacia tierras frágiles, generando un grave riesgo ambiental y problemas sociales.
En un país históricamente agrario como Colombia podemos observar que la gran mayoría de los conflictos sociales y bélicos del siglo 20 y lo que va del siglo 21 están enmarcados en el terreno de lo agrario.
No sobra mencionar la Masacre de las Bananeras, los pequeños conflictos generados por la bonanza cafetera, el problema desatado por la bonanza marimbera y la actual crisis generada por el negocio de la coca, sin mencionar los numerosos conflictos generados ante la intención de las grandes multinacionales de apropiarse de los campos colombianos para explotar nuestra gran riqueza natural.
A raíz de esto se ha producido una gran crisis humanitaria que viven los campesinos hace más de 50 años, por un conflicto social y armado en el que la élite pretende defender su poder político y económico poniendo en riesgo derechos fundamentales, económicos, sociales, culturales y ambientales de los campesinos.
Ante esta grave crisis se ha hecho necesaria una reforma agraria que no sólo solucione el problema de la repartición de la tierra sino que brinde condiciones de vida digna a los campesinos. En la actualidad, la política de tierras en Colombia ha servido más para generar un gran conflicto administrativo y de tipo fiscal al estado y no para solucionar los problemas de los campesinos.
En materia constitucional, la carta política actual en tres de sus artículos habla de condiciones de vida digna para los campesinos, protección del medio ambiente y buenas condiciones para la producción agrícola, todo esto enmarcado en el derecho que tenemos todos los colombianos a la igualdad.

La reforma agraria en Colombia

En Colombia existen problemas de desigualdad en la propiedad de la tierra y sobreutilización de la misma. El coeficiente de Gini para la propiedad de la tierra en Colombia está alrededor de 0.77 [1], lo cual es bastante alto. Y esto es debido a la subutilizacion de la tierra en Colombia: sólo 30% de las tierras dedicadas a cultivo explotan totalmente su potencial. La alta concentración en la propiedad, la utilización deficiente, el desempleo rural y la pobreza han demostrado la necesidad de una reforma agraria desde comienzos del siglo 20.
La ley 200 de 1936 es conocida como el primer intento serio de realizar una reforma agraria y fue el resultado de una concertación con el movimiento campesino en auge. Elementos importantes de la ley eran la creación de jueces especiales para dirimir conflictos de tierra, la introducción del concepto de la función social de la tierra y la figura de extinción de dominio.
A pesar de su reducida aplicación por la fuerte resistencia que encontró, la Ley 200 creó las bases conceptuales de la reforma agraria. Con la Ley 100 de 1944 se buscaba anular los posibles efectos de la Ley 200, declarando de conveniencia pública los contratos de aparcería y, con ello, la sujeción del campesino al terrateniente.
Entre 1946 y 1957, durante la Violencia, fue liquidada la confederación campesina e indígena que había liderado en los decenios pasados la lucha por la tierra.
La Ley 135 de 1961 era producto tanto de presiones sociales internas que habían que conjurar después de la Violencia, como de presiones internacionales, como, por ejemplo, la Alianza para el Progreso. Con ella fue creado el Instituto Colombiano de Reforma Agraria (Incora), que buscaba obligar a los terratenientes a modernizar sus explotaciones y permitir un uso más adecuado de la tierra bajo pena de extinción de dominio.
La dirección del proceso de reforma de la junta directiva del Incora estaba altamente politizada y contaba con una escasa participación campesina.
En 1967 se empezó con la organización de todos los usuarios de la reforma agraria, constituyendo así la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC), utilizada por el presidente Lleras Restrepo como factor de presión para llevar a cabo su reforma agraria, que tomó forma con la Ley 1 de 1968, que facilitó los tramites, hizo énfasis en los predios inadecuadamente explotados y en la entrega de tierra a los aparceros que la trabajaban.
Con la reforma agraria de los años 60 se intentaba mantener una estructura doble de la tenencia de la tierra a partir de la modernización del latifundio improductivo, que buscaba abrirse paso al desarrollo capitalista en el campo, y la constitución de unidades agrícolas familiares con el fin de ampliar el mercado interno, pero que en la practica resultaron ser minifundios inviables que perpetuaron la pobreza de los campesinos.
En 1972, bajo el gobierno de Misael Pastrana, se inició con el acuerdo de Chicoral una contrarreforma agraria, y desde entonces se ha apoyado sobre todo la gran propiedad como fundamento del desarrollo, dirigiendo el crédito hacia los empresarios agrícolas. La reforma agraria fue declarada terminada, y en lugar de crédito había sólo programas de asistencia técnica que se dirigían a los minifundistas.
La Ley 4 de 1973 incluía una serie de criterios para la clasificación de los predios con el objetivo de expropiación, que designaba casi cualquier predio como adecuadamente explotado, y cuyos complejos trámites diluyeron la posibilidad de hacer una reforma agraria.
Con la Ley 6 de 1975 se legalizó de nuevo la aparcería, pero a pesar de buscar la modernización de las relaciones entre propietario y aparcero, el principio de sujeción del trabajador se mantuvo. En este año se impuso el programa de Desarrollo Rural Integrado, pero no fue concebido como un complemento de la reforma agraria, sino como su sustituto y además resultó ser insuficiente y no logró cambiar de manera sustancial la situación del campesinado.
Durante varios años no se volvió hablar de reforma agraria. A partir de 1982, sin embargo, con la Ley 35 y el Plan Nacional de Rehabilitación se volvió a retomar la cuestión agraria, pero bajo otro esquema: la compra de tierra a precios de mercado y su venta a campesinos beneficiarios.
Después de tres proyectos que no fueron aprobados por el Congreso, en 1988 se aprobó la nueva Ley 30 que formalizaba la compra de tierra a precios de mercado. De esta manera se quería vencer la resistencia de los terratenientes, y efectivamente las adquisiciones del Incora alcanzaron niveles nunca antes vistos. Sin embargo ese procedimiento de reforma agraria está limitado por las restricciones presupuestales, de modo que la reforma siguió siendo marginal.
“Puede afirmarse, siguiendo a Antonio García [1970, 1982], que la reforma agraria en Colombia ha tenido carácter marginal: se ha tratado de una reforma dirigida a mantener el statu quo del complejo latifundio o minifundio, con concesiones a la mediana propiedad, a través de la canalización de las presiones sobre la tierra hacia las fronteras agrarias. Además, se ha privilegiado la titulación de baldíos y afectado las tierras del interior solamente en forma ligera, cuando lo ha exigido la confrontación social” [2].

Políticas actuales de tierras

Los tres programas gubernamentales más importantes en el mercado de la tierra han sido:
1. Titulación: Lo que se busca con este tipo de programas es aclarar los derechos de propiedad. La principal meta es otorgar títulos de propiedad a aquellos hogares que vienen haciendo uso de la tierra y que no tienen un documento formal que establezca la tenencia legal de la propiedad. El registro de dichos títulos permite el acceso a mayor información por parte del estado, que permite, a su vez, aumentar la base de recolección de impuestos y mejorar los planes de uso de la tierra a nivel local. En Colombia la mayoría de los pequeños propietarios carecen de título de propiedad, cosa que no ocurre con los medianos y grandes latifundistas, sin dejar atrás la ilegal apropiación de los grupos paramilitares de las tierras productivas de los campesinos.
2. Zonas de Reserva Campesina (ZRC): La frontera agrícola se expande cuando las oportunidades de supervivencia son pocas. Esto se ve en gran medida a raíz del conflicto social y armado por el que atraviesa nuestro país. Las minorías afectadas migran hacia zonas que en muchas ocasiones son ambientalmente frágiles y con alta posibilidad de desastres naturales. Lo que se busca con las ZRC es fomentar y estabilizar la economía campesina en zonas de colonización, controlando no sólo la expansión fronteriza sino también asegurando una mayor participación de las comunidades rurales.
3. Reforma agraria: Ha sido la forma principal de intervención en el mercado de la tierra. Debe ser una política estructural que busque una mejor distribución de la propiedad de la tierra, promoviendo mayor eficiencia en los patrones de uso de los suelos y un cambio en la estructura de distribución de las tierras con potencial de uso agropecuario, esto debe ir mas allá de la búsqueda de una división mas equitativa de la tierra. En nuestro país, programas rurales que no han incluido cambios en la tenencia de la tierra se han tomado como sustitutos de reforma agraria. Esto refleja la ineficacia del Incora y dando como resultado su reforma transformándose en el actual Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder).

Estatuto de Desarrollo Rural y Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos

El gobierno colombiano, haciendo caso a las recomendaciones del Banco Mundial, ha creado el Estatuto de Desarrollo Rural, que a grandes rasgos tiene tres grandes objetivos:
1. El Estatuto de Desarrollo Rural compila todas las normas sobre reforma agraria. Se compilan 14 leyes, 5 decretos leyes y 27 decretos que están vigentes, de las cuales la mayoría dejan en situación de vulnerabilidad a la población rural, puesto que no les ofrece garantías ni soluciones al problema de la pobreza en el campo.
2. Viabilizar el subsidio para proyectos agrarios, en los cuales habrá un proceso de convocatorias públicas abiertas, con el fin de otorgar el subsidio a los proyectos más rentables. Esto nos indica que los campesinos pobres y sin tierra no tienen la menor posibilidad de acceder a un crédito para trabajar la tierra, quedando sin posibilidades de comercializar productos y menos de garantizar su seguridad alimentaria.
3. Modernizar y reformar el Incoder para que funcione de manera más transparente, eficiente, equitativa y progresiva. A través de la historia de esta institución se ha demostrado que no ofrece una clara posibilidad de repartir la tierra equitativamente a los campesinos, por lo tanto su funcionamiento gira en torno a la lógica de que la tierra no es para quien la trabaja sino para el latifundista que la acumula de manera exagerada.
Lo referido al sector agropecuario en el tratado de libre comercio con Estados Unidos (TLC), en su capítulo de acceso a mercados, establece la liberación completa de las importaciones agropecuarias hacia Colombia en el curso de pocos años. Esto limitará en materia grave la capacidad de Colombia para alimentar a sus habitantes con su producción agraria y generará mayor miseria en el campo, con sus secuelas de inestabilidad social, violencia y cultivos de uso ilícito.
En Colombia el TLC ofrece un panorama de futura miseria para los campesinos. En relación con los subsidios en nuestro país, los campesinos no tienen tierra, y sí pocas posibilidades de obtener un crédito. En estas condiciones es difícil y casi imposible entrar a competir con agricultores de un país como Estados Unidos, donde reciben casi el 70% de subsidio para su producción agrícola, además de los privilegios que tienen en el sistema financiero. De igual manera, las cosas en Colombia respecto a la apertura económica siempre se han hecho al contrario, en esta ocasión aprobando el TLC antes de aprobar un sistema de amortiguación a los efectos del TLC, como se hace ahora con el “Proyecto Agro Ingreso Seguro”.

Conflicto social y armado, movimiento campesino y la reforma agraria

Nuestro país ha sufrido varios periodos de violencia, en los siglos 19 y 20. La mayoría se han dado por el problema de la tenencia de la tierra. Desde la mitad del siglo 20, los campesinos han sufrido de una aguda pobreza y violencia estatal. Todos estos factores han conducido a que en muchas ocasiones los campesinos tomen las armas en defensa de sus vidas, bienestar social y económico.
La tendencia hacia la concentración de la propiedad territorial, apoyada en la violencia estatal y terrateniente, ha ampliado sus límites al control de los territorios estratégicos pretendiendo así control de la tierra, de las aguas y otros recursos, como los mineros y áreas para futuros desarrollos viales y energéticos como megaproyectos.
La expansión del conflicto se ha profundizado en torno al control de territorios estratégicos por parte de grupos paramilitares, y esto ha generado el desplazamiento de comunidades enteras. A esto se le suma la práctica de liquidar organizaciones campesinas y a los opositores políticos, utilizando esto como mecanismo de hegemonizacion política y control estatal. La agudización de las confrontaciones bélicas en Colombia ha generado una fuerte reacción de los movimientos sociales que exigen la solución negociada al conflicto para llegar a una paz sostenible con justicia social.
Es urgente contar con una propuesta de paz de largo alcance concebida en términos de una política de estado que trascienda los límites de una administración.
Para los campesinos hablar de reforma agraria significa terminar con una estructura que a través de la historia ha subordinado sus vidas, cultura e intereses, para decidir por primera vez en la historia de Colombia como sujetos sobre su destino como comunidades campesinas.
En la actualidad conocemos el ejemplo de varias asociaciones campesinas como la Asociación Campesina del Valle del río Cimitarra, la Comunidad de Retorno al Cacarica, la Asociación Campesina del Catatumbo, la Asociación Campesina del Valle del Río Güéjar, la Asociación Campesina de Arauca y la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, entre otras.
Los campesinos buscan un modelo de desarrollo que considere la economía campesina como elemento central, sin negar la utilidad y necesidad de la agroindustria y de formas de explotación a gran escala. La propuesta parte de la base de que un campesino es un productor mucho más eficiente que el gran terrateniente.
La producción campesina tiene varias ventajas frente a la producción a gran escala, puesto que pueden proveer todo el tiempo productos frescos y baratos, garantizando un abastecimiento continuo cerca de los mercados.
El productor campesino sufre de dos grandes limitaciones: la falta de capital y la falta de tierra, lo que le impide aumentar la productividad, que sumado a su lógica de producción de subsistencia y pequeños excedentes, lleva a pensar que es ineficaz y no responde a los incentivos del mercado [3].
Pero todo esto se puede superar con la asistencia apropiada y con la formación de cooperativas para la obtención de servicios y con el fin de reducir los costos. Los campesinos no quieren la prescripción del estado actual porque significa la agudización de la pobreza.
En la actualidad los campesinos sufren sobre todas las brutalidades de la guerra y una contrarreforma agraria sin precedentes. El Plan Colombia facilita los recursos y hasta cierto punto el marco legal de esta reforma, impulsando con capital extranjero proyectos intensivos en capital a favor de los hacendados que nada tienen que ver con el modelo de desarrollo alternativo propuesto.
Por ello los campesinos luchan en primera instancia por la solución negociada del conflicto que termine con esta contrarreforma violenta. En el ámbito legal luchan contra expropiaciones violentas que hacen especuladores y transnacionales. Los campesinos proponen la aplicación de la expropiación por vía administrativa de las fincas necesarias para la reforma agraria y la extinción de dominio sobre aquellas tierras actas para agricultura que estén siendo desperdiciadas.
Las ZRC son un pequeño paso hacia la superación de la restricción del comercio y la concentración de la tierra. Por eso los campesinos exigen el establecimiento de cientos de ZRC donde se adelanten medidas de reforma agraria.
Las exigencias más claras de las organizaciones campesinas son: redistribuir el latifundio, cerrar la frontera agrícola, dar un uso técnico al suelo, reubicar a los colonos asentados en áreas frágiles, acabar con los cultivos de uso ilícito, incentivar y proteger la economía campesina y agropecuaria de acuerdo con los intereses de la nación, lograr una producción limpia de químicos e incrementar la organización social y empresarial de las comunidades para una verdadera participación, exigiendo junto a ello la salida política al conflicto y el respeto a todos sus derechos constitucionales.

En las entrañas del monstruo

En las entrañas del monstruo

Yo a usted le voy a contar lo que he visto y he vivido en veinte años en el mundo de la contratación. Y la primera cosa que quiero que le quede clara es que hoy hay dos clases de contratistas: los corruptos buenos y los corruptos malos. Los corruptos malos son los que se meten a contratar las obras para hacer lavado de activos y las terminan. Y los corruptos buenos son los que tratan de ser honrados, pero necesitan el anticipo que les dan para hacer empresa. Algo parecido al caso de los Nule. Al final se gastan el anticipo y no terminan la obra. Es decir, los malos, que son los que mueven plata del narcotráfico, son los buenos en el fondo.
¿Y puede una empresa decente ganar un contrato?

Si una empresa decente gana un contrato es porque no es negocio. No les interesa a los contratistas. Eso pasa en muy pocas ciudades.

¿Cómo empieza todo?

El origen de toda la corrupción está en la campaña electoral. Hay unos contratistas que dan plata a los candidatos y hay otros contratistas que dan plata y votos. Al final los contratistas terminan sometiendo al elegido. Es sencillo.

La corrupción llega a ser tan sofisticada que hay contratistas que tienen más votos que los congresistas. Un duro, por ejemplo, puede tener 150.000 votos. Son ellos los que saben del negocio y cultivan la clientela. Para ponérselo de otra manera, hoy en Colombia hay ciudades en las que pueden estar reunidos tres candidatos a la Alcaldía en algún evento y llega el contratista y los asistentes se amontonan es alrededor del contratista.

Ya casi ningún contratista se mete a elegir senador o representante, porque esa gente no ejecuta recursos directamente. Solo se financia a los que pueden tener cuotas en institutos descentralizados y que pueden mover contratación. Y esos son pocos. 

No le voy a negar que resulta útil tener a congresistas en el bolsillo. Uno de los más sonados constructores de carreteras de este país tiene cuatro senadores. Le salen baratos. Eso es como pagar un valet parking para un contratista al que le pueden quedar libres 300.000 millones de pesos con el contrato de una megaobra.

(Entre paréntesis le digo que también hay negociantes que se meten a ser congresistas solo para montar un negocio que luego les dé plata. Como ocurrió con un representante a la Cámara que propuso la ley que obliga a la revisión anual de vehículos y montó decenas de talleres tecnomecánicos y se ha hecho rico).

De todas maneras, si me pide un cálculo, yo le puedo decir que el 60 por ciento de los senadores, de una u otra manera, hacen el 'complete' con los contratistas. Lo llaman a uno y le dicen: "Ya tengo 25.000 votos, consígame 10.000". Conseguir los votos es fácil: se sostienen cien líderes con un 'salario' de 500.000 pesos mensuales durante tres meses. Los más caros son los de Vichada, pues toca traer a los indios a votar. El más barato, el de Bogotá.

Se hace de muchas maneras. Por ejemplo, pongo cien líderes para que lleven a su gente a votar por el candidato. O contrato gente del barrio como pregoneros para el día de elecciones: pongo 2.000 personas a 50.000 pesos cada una. Y lo primero que les digo es que voten, y ahí ya van 2.000 votos, y que a los amigos y a la familia que vean por el puesto también les pidan que voten por el candidato. Y ahí va sumando. Otra técnica que se aplica es el carrusel: cojo veinte líderes y los mando a votar con la instrucción de que se traigan el tarjetón en blanco. Salen, les pago y se marca el tarjetón afuera y se le entrega a otra gente para que entre y vote. Y a esos también se les dice que depositen el de ellos y me traigan el otro en blanco. Todo está cuadrado con un enlace en la mesa de votación.

Le suena el teléfono. Es un líder que lo llama desde cualquier pueblo de Colombia y por el altavoz se le escucha decir: "Ya está casi completo, jefe". Se refiere a que ya tiene el número de votos que le puso de tarea para las elecciones de octubre.

Pero donde está el negocio es en la elección de los alcaldes y los gobernadores. Todos los contratistas tienen uno o dos gobernadores. Nosotros determinamos quién es el alcalde y ellos se arrodillan. El mejor encuestador es el contratista más rico. Es él el que sabe cómo está el mercado de los votos. Al final del día, todas las campañas superan en 300 o 500 por ciento los topes fijados por la ley. 

¿Cuánto vale un alcalde?

El contratista es la mano amiga: da para recibir. Si yo le doy 100 millones al candidato, él me revierte como alcalde con un contrato de 1.000 millones. Y de ahí uno se puede quedar hasta con el 40 por ciento o más.

¿Cuánto vale un alcalde? Eso depende del presupuesto del municipio. Uno hace las cuentas. Si el municipio tiene 100.000 millones de pesos de presupuesto, se le restan 30.000 o 40.000 millones de pesos que se gastan en lo administrativo. Es decir, tiene para ejecutar 60.000 millones, el contratista solo le apuesta al 40 o 50 por ciento de esa suma, no más. Porque el resto el alcalde lo da por otro lado. 

Por ejemplo, el presupuesto de Casanare es de 750.000 millones. Esa es la joya de la corona. Tiene más presupuesto que Medellín, que es una ciudad de casi tres millones de habitantes, y todo Casanare no son más de 300.000 personas. Con esa plata, la gente de Casanare podría vivir todo el año sin tener que trabajar. Allá hay que destruir para hacer, para poder gastarse toda esa plata.

Ponga atención a otro principio de este negocio: no hay contratista en pueblo pobre. Entonces el precio del alcalde es según el presupuesto del municipio. Hay municipios ricos, pero que hoy están pobres porque el anterior alcalde pidió vigencias futuras. Si el municipio está endeudado o tiene vigencias futuras, lo único que hago es darle una liguita al que va a ser alcalde.

Le vuelve a sonar el teléfono. Es un candidato a la alcaldía de una capital. Se le oye en el altavoz preguntarle por "el aporte". "Yo le aviso cuándo", le contesta este.

Si un alcalde pide 500.000 dólares, se le dosifican para la campaña. Al tipo se le somete. Hay que mantenerlo a pan y agua. No se le da todo de una. Y los contratistas están encima del candidato y uno les exige y les dice: "A ver, qué pasa que no lo veo trabajando puerta a puerta".

Cuando el candidato es elegido, ya la contratación la tiene empeñada con el contratista. Ya después ganar los contratos es fácil. El alcalde pone al secretario a disposición de los contratistas. Muchas veces los pliegos de licitación los diseña el contratista en su misma casa. Y los diseña de tal forma que así venga la multinacional más berraca se lo gana. Un Perico de los palotes le puede ganar a Odebrecht. Basta con poner que se necesita que sea una fundación de la localidad y ya quedó descalificada la mejor empresa del mundo.

La contratación de una ciudad muy importante fue vendida antes de las elecciones. Eso se lo garantizo. El alcalde de esa ciudad se llevó la tula antes de ganar.

Hay contratos de contratos. Un contrato de un billón de pesos deja 300.000 millones. Pero esos son muy escasos. El bilingüismo, por ejemplo, también es, en su medida, rentable. Al chino se le da un CD, un libro, y queda el 80 u 85 por ciento para el contratista. Pero el sueño de todo contratista es aguas, porque la interventoría no puede abrir para ver el tubo. Ahora, el interventor suele ir amarrado al contrato, pero si no va, se lleva el 5 por ciento. Nadie o pocos quieren contratar en carreteras, porque los precios tienden a ser estándar. Por ejemplo, el contrato del túnel de La Línea: ¡averigüe cuántas veces estuvo desierto! 

Del contrato que uno recibe, por 'ley', el 10 por ciento va para el alcalde. Hubo una época en que los contratistas fueron víctimas de los funcionarios públicos… los extorsionaban. Y los contratistas elevaron los costos de los votos y les dejaron claro a los políticos que si quieren ganar, se tienen que someter. Es que al contratista no le quedó alternativa.

Y después de esto se arma una red de conexiones. Entonces hay mafias dentro de los organismos de control articulados a los contratistas. Y uno llama al alcalde y le dice: "Tiene siete procesos en la Procuraduría y le vale tanto la vuelta". Todo suma. 

Ahora es más rentable ser corrupto que ser narcotraficante. Hay unos 50 combos de contratistas. Hay unos combos que son más ricos que los narcos. Hay otros que tienen contratos en todo el país, pero no se meten en los contratos grandes para no hacerse visibles. Ahora los contratistas arrodillaron a los políticos.